Ya sé que los lunes son día de post fotográfico, pero esa clase de artículos me llevan mucho trabajo y estos días no llego a todo, tengo demasiadas cosas en mi plato y de alguna parte tengo que recortar. Pero me daba mucha pena faltar a nuestra cita de los lunes, sobre todo ahora que he cogido ritmo y desde que inauguré la nueva temporada casi no he faltado ningún día,lo que para mí es un gran logro porque la constancia en proyectos como éste es una cualidad en la que siempre he tenido que trabajar duro.
Así que he decidido saltarme un poco las normas y traerte un Diario Visual que tengo pendiente desde hace casi un mes. Es muy especial porque se trata de mi pueblo, donde he pasado veranos infinitos jugando en las calles, aprendiendo poco a poco a montar en bici, enamorándome de los gatos callejeros, viendo a mis amigos coger ranas (yo me moría del asco) y nadando en el río. Hacía mucho tiempo que no volvía por allí, pero en Octubre decidí que no podía más de tanto trabajar sin apenas vacaciones, así que Luis y yo nos cogimos nuestros bártulos y nos fuimos para allá a pasar unos días, como te contaba por Instagram.
Prefiero mantener en secreto el nombre de mi pueblo, me parece que lo hace mucho más especial, pero está al norte de Madrid, es muy verde, bonito y lleno de vacas, y por casualidades de la vida está al lado del pueblo de la familia de Luis. Vaya coincidencia, ¿eh?
Este Diario Visual también es especial porque salgo yo en algunas fotos. Poquito a poco he convencido a Luis de que coja la cámara de vez en cuando, aunque sea para hacer las fotos en las que salgo yo, ¡que yo también quiero recuerdos! Al final acabo siempre haciendo el tonto, pero mejor eso que no salir en ninguna foto.
Otra cosa muy importante que hay que saber sobre mi pueblo es que es zona de manzanas, y cuando están maduras y listas para recoger, como cuando fuimos nosotros, todo huele a manzana y da un ambiente otoñal genial.
También quería enseñarte parte de la casa de allí, que es de mi tía. Me trae muy buenos recuerdos de mi infancia y además tiene una luz preciosa, que siempre ayuda.
¿Qué te parece mi pueblo? ¿Se parece al tuyo? ¡Cuéntamelo en los comentarios!
Woww qué preciosidad de pueblo, de fotos y de escapada. Ganas locas d una escapadita similar.
ResponderEliminar¡Anímate que viene genial para vaciar la cabeza! <3
EliminarMe encanta tu pueblo, ojalá a los que voy yo por cuestiones familiares fuesen tan bonitos. Y la luz de la casa de tu tía es preciosa, ciertamente *-*
ResponderEliminarEs cuestión de verle la belleza a todo! Un beso bonita <3
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